Nuestra historia empieza con Candela, una niña que sufría leucemia. En sus largos ingresos en el hospital empezó a tejer unas bonitas pulseras de colores.
Sus amigas, Mariona y Daniela, decidieron denominarlas «Candelas» e intercambiarlas por donaciones para la investigación del cáncer infantil, con el objetivo de ayudar a su amiga y muy pronto se unieron a la iniciativa el resto de compañeros de Candela en la planta de oncohematología del hospital Sant Joan de Déu.
Este gran movimiento de solidaridad se fue extendiendo y se fueron implicando más familias y todo su entorno (colegio, amigos, familia, empresa…)
Para dar forma a todo este entramado de solidaridad y continuidad al proyecto que habían creado nuestros niños y adolescentes, en el año 2017 las familias afectadas decidimos constituirnos como asociación sin ánimo de lucro.
Desde entonces continuamos luchando por difundir la problemática del cáncer infantil y recaudando fondos para su investigación, conscientes de que la única vía de esperanza para avanzar es investigando.
Por los que lucharon, por los que luchan y por los que lucharán, seguiremos trabajando duro. Para que todos los niños y adolescentes puedan seguir descubriendo las maravillas que la vida les tiene preparadas.