La asociación La Niña Amarilla nació de la necesidad de hablar sobre las muertes por suicidio desde la prevención, de romper con los estigmas, de romper con el silencio sirviéndonos de nuestra herramienta: la comunicación.
La semilla fueron todas las personas que nos abrieron su corazón compartiendo sus intentos de suicidio para crear los relatos suicidas contados desde el amor que hicieron posible el libro de María de Quesada «La niña amarilla». Siempre agradecidas.
Junto a María, desde el inicio, cual imanes y faros, están Desirée Tornero y Cristina Martínez-Vallier. Tres profesionales de la comunicación que en el camino de publicar el libro sintieron la urgencia de difundir a los siete mares que la muerte por suicidio se puede prevenir. Así nación nuesta asociación, y a ella van destinados los beneficios del libro.
El hecho de ser periodistas y no profesionales de la salud nos impide poder responder algunas consultas que recibimos…
Y trabajamos para conseguir el PLAN NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DEL SUICIDIO, donde estemos todos los agentes de prevención trabajando conjuntamente para darte recursos reales.